lunes, 9 de abril de 2012

Hagamos frente al Parkinson


Con la celebración el 11 de abril del día mundial del parkinson, recordamos diferentes aspectos de esta enfermedad.

La enfermedad de Parkinson consiste en un desorden crónico y degenerativo de una de las partes del cerebro que controla el sistema motor y se manifiesta con una pérdida progresiva de la capacidad de coordinar los movimientos. Se produce cuando las células nerviosas de la sustancia negra del mesencéfalo, área cerebral que controla el movimiento, mueren o sufren algún deterioro.
No se sabe con exactitud cuales son las causas que provocan la enfermedad.

El Parkinson se confunde en sus etapas iniciales con los síntomas propios de otras patologías, por lo que es difícil de diagnosticar.

Los primeros síntomas suelen ser leves y se van haciendo cada vez más notorios con el paso del tiempo.
El cuadro inicial típico registra dolores en las articulaciones, dificultades para realizar movimientos, agotamiento. La caligrafía también empieza a cambiar y se torna pequeña e irregular. En el 80 por ciento de los pacientes comienzan los síntomas en un solo lado del cuerpo y luego se generalizan. El carácter también varía en los primeros estadios, por lo que es habitual la irritabilidad o la depresión sin causa aparente.

Todos estos síntomas pueden perdurar mucho tiempo antes de que se manifiesten los signos clásicos que confirman el desarrollo de la enfermedad, que se manifiesta con la aparición de temblores, rigidez de los músculos, lentitud y dificultad para iniciar el movimiento, aunque a veces, no se manifiestan todos los síntomas conjuntamente.

El Parkinson no puede prevenirse, pero ante un diagnóstico temprano acudiendo al médico 1 vez al año y ante cualquier sintomatología que nos llame la atención, se puede retardar la progresión de la enfermedad ya que actualmente se controla y trata con eficacia.
Los medicamentos utilizados alivian los males producidos pero no eliminan la causa.

La evolución de la enfermedad, en la mayoría de los casos, es lenta, por lo que al principio interfiere minimamente en la vida diaria. Muchas veces los síntomas permanecen estables durante largo tiempo y si se trata convenientemente no se acortan las perspectivas de vida.

Uno de los aspectos más importantes del tratamiento de la enfermedad de Parkinson consiste en el mantenimiento del tono muscular y de las funciones motoras, por lo que es esencial la actividad física diaria. También hay ejercicios determinados que pueden ayudar a mantener la movilidad de los miembros y fortalecer los músculos que generalmente se ven más afectados.

El Parkinson afecta por igual a hombres y mujeres de todas las razas. Su desarrollo está relacionado con la edad: aparece generalmente a partir de los 50 años y la media de inicio de los síntomas se sitúa en los 60. Sin embargo, en los últimos años se ha registrado un aumento considerable de los casos de Parkinson precoz y se estima que cerca del 10 por ciento de los pacientes tienen menos de 40 años.

Listado de Asociaciones de Parkinson en España