lunes, 25 de febrero de 2013

Dormir bien es salud


Dormir bien es síntoma de salud y bienestar. 

Descansar mal provoca malhumor, cansancio más accidentes laborales y de tráfico. 

El insomnio afecta normalmente a la población adulta, y  entre un 30 y un 40% de las personas sufrirá alguna vez esta patología. 

La apnea del sueño es uno de los trastornos que más afecta a la sociedad, mientras que otras como la parasomnia  (relacionada con el sonambulismo o los terrores nocturnos) o la narcolepsia  (consiste en tener hipersomnia durante el día y que en ocasiones lleva al sueño inmediato y repetitivo en cualquier lugar), tienen una prevalencia muy inferior.

La excesiva somnolencia diurna, suele afectar a las personas que sufren alguno de estos trastornos.

Otro trastorno común es el que afecta al ritmo sueño-vigilia, 
ya que altera el ritmo de descanso normal, bien por estrés, u otras circunstancias como pueden ser turnos de trabajo de tarde o  noche. Otro factor que influye el jet lag cuando hacemos viajes intercontinentales.

El síndrome de la apnea del sueño es uno de los más frecuentes y peligrosos, puesto que además de provocar excesiva somnolencia diurna, incrementa en las personas que la padecen, riesgo de enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial, arritmias cardiacas, cardiopatía isquémica y accidentes cerebrovasculares .

La apnea consiste en la interrupción de la respiración durante al menos 10 segundos, por lo que una apnea prolongada, hace que la persona se despierte sobresaltada y con ahogo por falta de respiración, haciéndose imprescindible el tratamiento de  esta patología, que además de los riesgos arriba indicados conlleva a una importante perdida en la calidad de vida.

Para su tratamiento se debe acudir al especialista, que hará una estudio del sueño, además de perder peso y cambiar hábitos.

El número de apneas, depende de cada persona, pero hay personas que pueden sufrir hasta cincuenta a la hora. Esto significa una tortura porque el cerebro no puede descansar .

Con la utilización de un CPAP, (mascarilla que facilita la entrada de oxígeno), muchas personas aseguran haber nacido de nuevo. 

Es recomendable acudir al especialista cuando se sufre somnolencia diurna, dolor de cabeza, dificultad en la concentración o cuando la pareja se percata de los ahogos. El testimonio de la persona que duerme al lado es imprescindible , porque es quien sabe cuantas veces deja de respirar o si el ronquido es irregular. Muchas personas llegan a la consulta reconociendo que cuando dejan de  respirar, su pareja les despiertan por miedo a que no reanuden la respiración.

Hay un gran número de personas  con este problema sin diagnosticar, porque piensan que es normal estar cansado al despertar.

Detrás de muchos roncadores se esconde un problema de apnea.

miércoles, 6 de febrero de 2013

La importancia de medir la presión arterial



La presión arterial es la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de las arterias y es necesaria para que la sangre se distribuya adecuadamente por todo el cuerpo.
Cuando la fuerza que la sangre ejerce es excesiva, se la conoce con el nombre de hipertensión arterial.

La presión conocida como "alta", es la sistólica. Se produce cuando el corazón se contrae (sístole), y es la presión más elevada.

La diastólica, es la popularmente llamada  "baja". Se produce cuando el corazón, después de contraerse, se relaja  (diástole), mientras la sangre se distribuye por todo el cuerpo. 

Generalmente, la presión arterial es mayor durante el día, suele descender durante el reposo y la noche, para comenzar a elevarse a primera hora de la mañana.

La hipertensión afecta a gran cantidad de personas, y no produce ningún síntoma, por ello, se dice que la hipertensión arterial es una "epidemia silenciosa". 

La única manera de saber si tenemos la presión alta es tomárnosla con frecuencia. La hipertensión aumenta con la edad, y más de la mitad de las personas mayores de 50 años pueden padecerla. y desconocerlo.

Aunque generalmente no se practica, es aconsejable medirse la presión arterial en los dos brazos.

La diferencia entre la medición de la presión arterial del brazo izquierdo y la del derecho puede indicar el riesgo que tiene la persona de sufrir enfermedad vascular e incluso sus probabilidades de muerte.

Científicos de la Universidad de Exeter, Inglaterra, revisaron 28 estudios publicados sobre este tema.

Encontraron evidencia significativa de que una diferencia de 10mmHG o más entre la la alta de un brazo y el otro incrementa el riesgo de enfermedad vascular periférica. (el estrechamiento y endurecimiento de las arterias que abastecen a las piernas y pies). Y una diferencia de 15 mmHG o más está asociada a un mayor riesgo de trastornos cardiovasculares y cerebrovasculares.

Las cifras de tensión arterial deben mantenerse por debajo de los 140 en la alta y 90 en la baja. En cualquier caso, se debe acudir al médico porque él es quien mejor nos puede orientar.

La hipertensión puede causar daños irreversibles en el corazón, el riñón y el cerebro, y puede incluso provocar la muerte. De todas las complicaciones asociadas a la hipertensión, la que tiene una asociación más estrecha es el ictus. 

La hipertensión se puede reducir con la práctica de hábitos de vida saludable, como llevar una dieta sana y baja en sal, la práctica de ejercicio físico moderado, así como la eliminación de algunos factores de riesgo como el tabaco, el alcohol, así como bajar el consumo de café.

En otros casos es necesario disminuir la presión arterial con medicamentos, pero el médico quién debe determinar el fármaco que más conviene.