viernes, 2 de mayo de 2014

Enfermedad del escaparate



Un gran porcentaje de las personas mayores de 65 años ve mermada su calidad de vida por la "enfermedad del escaparate". Se trata de un síntoma molesto que puede pasar inadvertido, y que tiene graves consecuencias para quien lo padece, y que de no ser tratado a tiempo, puede traer graves consecuencias.

Este síntoma, que se localiza en las piernas, se produce por el engrosamiento de las paredes arteriales (arteriosclerosis) y la consecuente falta de riego, y consiste en que la persona afectada debe pararse cada cierto tiempo cuando anda al sufrir un intenso dolor, normalmente, en la pantorrilla.

Mientras andamos, las piernas piden pararse a una determinada distancia, siempre la misma, y descansar durante unos minutos antes de proseguir la marcha.  Estas paradas suelen ser utilizadas para mirar los escaparates de las tiendas, lo que motiva su nombre médico.

Las personas que lo padecen se quejan normalmente porque se cansan al caminar. Inicialmente se puede confundir con problemas de huesos, reumáticos y por este motivo, un alto porcentaje no se detecta, pues de todas las personas que lo padecen sólo un tercio consultan con su médico, padeciendo en muchas ocasiones, durante varios años este dolor. 

El tabaco, que multiplica por siete el riesgo de padecer esta enfermedad, seguido por la hipertensión, la diabetes, la obesidad y los niveles de colesterol elevado.


Para mejorar la circulación, hace falta caminar.

La evolución de la enfermedad obstructiva de las arterias tiene varias fases, siendo la primera fase asintomática. La siguiente fase, tiene un pronóstico bueno. siendo el mejor momento para  tratar correctamente a los pacientes, pudiendo  parar la enfermedad e, incluso, mejorarlse.

El control de los factores de riesgo es el tratamiento más eficaz. La práctica de ejercicio supervisado, caminar en llano o bicicleta durante una hora al día mejora los síntomas en un gran porcentaje de las personas que lo padecen.  ”Cuánto más se camina más se favorece el desarrollo de la circulación, de forma que el hábito de caminar puede aumentar la distancia que el paciente puede andar sin dolor; haciéndolo de una manera rutinaria podrá caminar cada vez más distancia”.