miércoles, 30 de mayo de 2012

Esta batalla la gano yo


De todos es sabido que el tabaco produce dependencia física y psicológica, así como también un gran número de enfermedades respiratorias, cardíacas y cáncer.

Aunque es posible dejar de fumar no siempre es una tarea fácil, ya que la naturaleza adictiva de la nicotina se asemeja con la de otras drogas, lo que hace que al abandonar el hábito se produzcan síntomas de abstinencia muy desagradables.

Nunca es demasiado tarde para dejarlo, incluso tras décadas de consumo, las personas que consiguen abandonarlo mejoran su salud y sus espectativas de vida.

Además de que el tabaco afecta también a los no fumadores, pues  la exposición pasiva al humo del tabaco son suficientes para que el sistema circulatorio del no fumador se comporte de manera similar al de un consumidor,  por lo que esta circunstancia aumenta el riesgo de sufrir las mismas patologías que las de los fumadores, entre los fumadores pasivos.

Con los primeros cigarrillos, las sustancias tóxicas del tabaco, producen en el organismo sensaciones desagradables, tales como tos, náuseas, e incluso vómitos, pero después de un tiempo, los fumadores manifiestan placer al sentir su sabor y aroma.

Por regla general los fumadores siempre se justifican para seguir fumando, y sostienen que al dejar de fumar engordan, o que su consumo calma los nervios o que este  funciona como un estimulante.


Aunque el principal beneficio que se obtiene con el abandono del tabaco recae principalmente sobre la salud, existen otros muchos por el que merece la pena dejarlo como puede ser el ahorro económico, la recuperación de los sentidos como el gusto y el olfato, el reflejo de una imagen hacia los demás más agradable al desaparecer el intenso olor a tabaco que  muchos fumadores desprenden, y el disfrute de un ambiente limpio de humos, sobre todo en los lugares donde hay menores.

¿No son estos motivos suficientes para intentar dejar de fumar? Ya que los mensajes alarmistas impresos en las cajetillas de tabaco causan baja repercusión entre sus consumidores, ¿porque no intentarlo pensando en los beneficios que puede suponernos su abandono?

Para que sea más llevadero
Unos Consejos para dejar de fumar


jueves, 3 de mayo de 2012

Importancia de la Visión y el oido de los mayores en sus relaciones sociales

Con la edad son cada vez más frecuentes los problemas relacionados con el oido y la visión, condicionando la correcta relación de los mayores, con las personas de su entorno. Una mala visión puede provocar caídas, por lo que esto suele propiciar el miedo de salir a la calle, y el hecho de no ser capaz de oír o entender las conversaciones, limita la posibilidad de utilizar el teléfono, por lo que estas deficiencias afectan a la capacidad de participar en diversas actividades sociales y produciendo a su vez un sentimiento de aislamiento.

En el momento en que aparezcan los primeros signos de alarma, como visión borrosa, disminución de la visión o dificultades auditivas se debe acudir al especialista para que este ponga cuanto antes el tratamiento adecuado.

Los problemas de visión más frecuentes en las personas mayores son:

PRESBICIA: Comúnmente conocido como "vista cansada", es una consecuencia del envejecimiento del ojo y la pérdida de elasticidad del cristalino y es algo casi inevitable, empieza a manifestarse entre los 40 y los 45 años, se puede corregir facilmente mediante el uso de gafas graduadas. Hoy día también se puede corregirse con láser.

CATARATAS: Están provocadas por la progresiva pérdida de transparencia del cristalino por lo que conlleva a una disminución de la agudeza visual. En su inicio se pueden manifestar por sensación de deslumbramiento, disminución de la sensibilidad a los contrastes y dificultades para percibir el relieve y los colores.
El avance de la edad aumentan las posibilidades de padecerlas, además de la diabetes, ciertas infecciones, traumatismos oculares o la tendencia genética. El tratamiento es fundamentalmente quirurgico, y sus resultados son muy buenos.

GLAUCOMA: Es un aumento de la presión intraocular por falta de drenaje del humor acuoso. Produce lesiones en el nervio óptico con problemas en la visión y si esto no se corrige a tiempo ceguera.
Se presenta como visión de moscas volantes o centelleantes, pérdida de visión lateral o periférica, dolor en los ojos, cefalea, visión borrosa, visión de halos tipo arco iris, nauseas y vómitos e incluso ceguera.
La presión ocular elevada aumenta el riesgo de desarrollar glaucoma, por lo que es aconsejable comprobarsela al menos cada 2 años en mayores de 50 años. El tratamiento médico es muy efectivo y para casos difíciles se puede intervenir quirúrgicamente.

PROBLEMAS CON EL OIDO

Cerca de un cuarta parte de las personas de 65 a 74 años y hasta la mitad de los mayores de 75 años sufren una disminución auditiva lo suficientemente importante como para interferir con su actividad social debida al propio proceso de envejecimiento.
Como su desarrollo es progresivo muchas personas no son conscientes de que su audición está disminuyendo y deteriorándose, por lo que tienden a creer que las personas de su entorno no les hablan alto y claro, y en general, entienden mal las conversaciones, especialmente en reuniones familiares o en ambiente ruidoso. La presbiacusia no tiene tratamiento curativo pero hay varias formas de paliar la pérdida auditiva y sus efectos. El tratamiento mas frecuente es la amplificación mediante audífonos.

Es de esencial importancia que ante cualquier problema de audición se acuda al médico especialista, para el estudio y valoración de las causas que motivan la pérdida de audición. Según la causa, así será el tratamiento.
Nunca hay que resignarse por la creencia errónea de que es algo natural de la edad.