lunes, 30 de diciembre de 2013

Alcohol y diabetes



El consumo de alcohol es un hábito bastante frecuente entre la población, y aunque para las personas diabéticas no está prohibido beber, se debe tener en cuenta algunas cosas,  tomar ciertas precauciones y hacer controles frecuentes de su glucemia.

El alcohol aporta calorías. Se dice que son “calorías vacías” porque no aporta ningún nutriente, por lo que deberá considerarse en el plan alimentario su aporte calórico para no excederse y generar así aumento innecesario de peso.

Otra precaución a tener en cuenta  es  no beber con el estómago vacío, pues el alcohol inhibe la fabricación de glucosa,  y de esta forma, se corre el riesgo de sufrir una hipoglucemia, y no solamente después de beber, sino hasta 24 horas después de haber bebido.  Los mejores alimentos antes de beber para un diabético son los hidratos de carbono (pan, pasta, arroz, galletas).

Aquellas personas que toman antidiabéticos orales, deben tener precaución con el consumo de alcohol ya que estos pueden aumentar su efecto y producir una hipoglucemia severa, con peligro de pérdida de la conciencia.

El consumo recomendado es de no más de 2 vasos por día en el caso de los hombres y no más de 1 vaso por día en el caso de las mujeres. Se pueden optar por distintos tipos de bebidas, pero lo más recomendable es el  vino tinto, ya que aporta sustancias que actúan como antioxidantes y que son benéficas para la salud.

Para que éstas sustancias actúen realmente de forma positiva, el consumo deberá realizarse en la cantidad recomendada, pero en forma regular, a diario. No sirve de nada y siendo  además es perjudicial, concentrar todo el consumo del vino tinto para los fines de semana.

Hay bebidas alcohólicas que no hacen subir la glucemia, por ejemplo: vinos secos, champagne seco (extra brut) por lo tanto, se pueden consumir 2 copitas.

En el caso del coñac, el whisky, el vodka y el ron , el consumo recomendado es de 1 medida. No son recomendables bebidas como los vinos dulces, los licores y el champagne dulce porque hacen subir mucho la glucemia. La maltosa que contiene la cerveza también hace subir la glucemia.




miércoles, 18 de diciembre de 2013

La diabetes no se va de vacaciones en Navidad


Por desgracia, las comidas tradicionales de Navidad están repletas de grasas saturadas, carbohidratos y azúcares.

Debemos controlar lo que comemos en Navidad no sólo por el control del peso, sino también por las distintas patologías que la ingesta de alimentos grasos y con alto contenido calórico provocan, como la hipertensión, trastornos cardiovasculares y digestivos, elevación de los niveles de colesterol y triglicéridos, y en personas con diabetes e hipertensión las consecuencias son mucho peores.

Para los que tienen problemas de diabetes, la Navidad es una prueba difícil de superar, pues hace falta mucho autocontrol para resistirse al turrón y los dulces que están presentes en casa las 24 horas del día, y no son los dulces la única amenaza para los diabéticos, ya que las grasas, las comidas muy calóricas y el alcohol tampoco les benefician. Si hay alguien en casa con este problema, ayúdale suprimiendo las típicas bandejas de dulces, cambiándolas por otras con frutas frescas y frutos secos.

Aunque muchas marcas ofrecen dulces y turrones sin azúcar, los especialistas no los recomiendan o piden que se tomen con moderación porque la falta de azúcar se compensa con grasas extra y su valor calórico es muy elevado. Además, en muchas ocasiones la diabetes suele estar asociada al sobrepeso, por lo que es necesarios controlar las calorías.

Evita. Todo tipo de azúcares y escoge frutas y verduras frescas, alimentos con fibra, pescado y carne magra, huevos, moluscos y mariscos, refrescos light, frutos secos y postres o dulces preparados con sacarina, aspartamo, ciclamato, acesulfame K o fructosa (con moderación porque es el azúcar de las frutas)

El hecho de ser diabético no significa que no se pueda disfrutar de una buena cena en compañía de la familia. Se puede comer bien y cuidar la salud siguiendo algunas pautas.

Cuidado con las bebidas con alcohol porque contienen mucha azúcar sobre todo los licores, se puede beber una copa de vino, sidra o cava, pero es mejor abstenerse de licores. Hay algunos licores de frutas sin alcohol y sin azúcar, de estos se puede tomar una copita.

Durante la cena tomar refrescos sin azúcar o light, y si se bebe cerveza es mejor sin alcohol ya que contiene menos azúcar.

¡No hay que saltarse ninguna comida! A veces estamos tentados a saltarnos la merienda o la comida pensando en que la cena va a ser fuerte, y esto para los diabéticos es contraproducente, porque afecta a la curva de glucemia, por lo que es mejor  hacer las comidas anteriores y el día de después más ligeras, pero no saltarlas.

Es conveniente que los entrantes o aperitivos contengan pocas calorías y no contengan azúcar.
(Berberechos, mejillones al vapor, o enlatados al natural).
Huevos rellenos, sin la yema y con una cucharadita de atún natural y tomate triturado.
Canapés con tostada de pan integral y pechuga de pavo y tomate natural, o untada con queso light y rodajas de pepinillo
Ensaladas y verduras, que se pueden hacer con una salsa de yogurt y poner frutos secos por encima.

Pescados y mariscos, cocinados a la plancha,  al vapor o al horno.

El pavo al horno, es un plato muy típico en Navidad su carne es sabrosa y nutritiva y tiene muy poca grasa. Otras carnes pueden ser  pollo, ternera o también solomillo de cerdo, o piezas de carne que no lleven grasa. La grasa de debe usarse para la elaboración de estos platos, mejor que sea de aceite de oliva.

Ejemplos para los postres:
Macedonia de frutas con una bola de helado de yogurt sin azúcar, espolvoreado con canela y un barquillo para adornar.
Brochetas de fruta fresca.
Manzanas asadas, espolvoreadas con canela.
Un batido de fruta con leche desnatada o yogourt  edulcorante, hielo picado, clara de huevo batida. mezclado en la batidora y se puede adornar el filo de la copa, mezclando en un platito un poco de fructosa granulada con un poco de canela en polvo, que se pegará al filo de lo copa, mojando este antes.

El dulce lo podemos tomar a media tarde, acompañando a un café, un zumo o una infusión. Las calorías a lo largo del día van a ser prácticamente las mismas, pero no haremos trabajar tanto al estómago y la digestión no se vuelve tan larga y pesada. Ocurre lo mismo si comemos dulces a la noche. Por otro lado, poco de cierto tiene la creencia de que los dulces, tomados a la noche, engordan más.