viernes, 20 de enero de 2012

En los comienzos de año


El tiempo pasa rápido y a estas alturas hemos pasado más de la mitad del primer mes de 2012.

Generalmente al comenzar un nuevo año, nos hacemos buenos propósitos y nos apetece empezar nuevas experiencias, pero a menudo todo esto no pasa de ser meras proposiciones que en la mayoría de las ocasiones se las lleva el viento.

Pero no porque otros años no hayamos sido capaces de llevarlo a cabo tenemos que dejar de intentarlo, sólo siendo un poco más perseverantes y organizándonos bien podremos lograr gran parte de ellos.

Evidentemente, nuestros planes tienen que ser realistas, por ello, está bien que tengamos aspiraciones pero debemos tener en cuenta que se trata sólo de propósitos, y no debemos frustrarnos si no los conseguimos.

Si estamos decididos a cumplirlos, será necesario, además de un esfuerzo sostenido, organizarnos y sobre todo tener nuestras metas claras, pues una de las principales razones por las que fallamos en nuestro intento es que a menudo nos hacemos propósitos demasiado genéricos y, en muchos casos inalcanzables.

Por ello, tenemos que ser prácticos y cambiar los grandes propósitos por otros puntuales fácilmente alcanzables.

Una buena idea es dejarlo todo por escrito y situar la lista en un lugar visible.

Debemos encarar nuestros nuevos planes con la convicción de que podemos lograrlos, ya sea en el nuevo año o cualquier otra fecha, siempre estamos a tiempo de modificar esas pequeñas actitudes o hábitos que no nos gustan del todo.

Entre mis propósitos está la lectura, y he encontrado siguiente libro que me parece muy interesante y comparto con vosotros por si interesa a alguien.

EL CUIDADOR. Una vida con el Alzheimer.

1 comentario:

  1. Propósitos para el día a día. No hacer planes a largo plazo... Me gusta!!
    Un saludo...

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