martes, 3 de julio de 2012

La importacia del agua en los mayores

Como cada año por estas fechas, venimos padeciendo varias olas de calor de las que es preciso protegernos, ya que es algo vital para la salud y la seguridad, siendo el grupo de las personas mayores, uno de los que mayormente sufre sus consecuencias, porque los golpes de calor pueden alterar todo el organismo y provocar problemas serios. 

Para ello hay que tratar de pasar las horas más calurosas del día en un lugar fresco, usar ropa con tejidos naturales como el algodón y estar constantemente bebiendo agua e ingiriendo líquidos ya que la hidratación es fundamental en nuestros mayores.

No hay otra sustancia tan involucrada en las funciones vitales como el agua. 
Todas las reacciones químicas del organismo se realizan en un medio acuoso. Sirve para transportar nutrientes y como vehículo para excretar productos de desecho. Lubrica y proporciona soporte estructural a tejidos y articulaciones, pero quizás una de sus funciones más importantes está relacionada con la termorregulación a través de la sudoración y transpiración, evitando así las variaciones de temperatura en nuestro organismo que podrían ser fatales.
El contenido de agua es mayor en los hombres que en las mujeres y tiende a disminuir con la edad en ambos sexos.
Muchas veces la reducción de peso en esta etapa de la vida, se produce como consecuencia de los cambios que se producen en la composición corporal, ya que estos llegan a producir alteraciones en la regulación de la temperatura corporal aumentando la tendencia a la deshidratación, por lo que es de suma importancia mantener el balance entre la ingesta y la pérdida de líquidos. Es fundamental hacer el seguimiento nutricional de las personas mayores para evitar los riesgos de deshidratación que pueden dar lugar a graves problemas para su salud, ya que durante el envejecimiento pueden existir diversos factores que favorecan, en mayor o menor grado, dichas alteraciones.

La disminución de la ingesta de agua, puede ser causada entre otros factores por:
Disminución de la sensación de sed, provocada por el envejecimiento.
Disminución de la apetencia por determinados alimentos ricos en agua, por ejemplo la leche.
Disminución de la accesibilidad al agua, causada por mermas de la autonomía física y psíquica del individuo.
El temor a beber y a consumir alimentos ricos en agua, por considerar que puede incrementar el riesgo de incontinencia urinaria, en especial durante las horas nocturnas.

Además también influyen el la desidratación las dificultades en la capacidad de deglución, provocadas por el propio envejecimiento.
El aumento de la diuresis, causada bien por la presencia de algunas enfermedades, como la diabetes descontrolada  o por la administración crónica de algunos medicamentos, tales como diuréticos y broncodilatadores derivados de la teofilina.
El incremento de la pérdida de agua a través de las heces, provocado por la administración incontrolada de laxantes o una mayor incidencia de procesos diarreicos.
La insuficiencia respiratoria, también provoca una mayor perdida de agua en la respiración.

El requerimientos diario de agua en las personas de edad avanzada se convierte en una verdadera necesidad a la que hay que prestar atención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario